Ese helado corazón, empezaba ya
a sentir la calidez de su cercanía...
Mas había algo que nadie podía cambiar,
esa sensación de estar inmersa en un mar de dudas.
Pero con él, hasta las olas de ese mar,
eran una danza, que le adormecía el alma.
a sentir la calidez de su cercanía...
Mas había algo que nadie podía cambiar,
esa sensación de estar inmersa en un mar de dudas.
Pero con él, hasta las olas de ese mar,
eran una danza, que le adormecía el alma.
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