Tus aventuras

Extraño las noches aquellas,
tu presencia y mente.
Las geniales ideas que me envolvían
a cometer locuras.
Sinceridad rica, en son de tus voces.
Desde el coqueto cortejo de exhortación
hasta las prolongadas partidas a des-noche.
Tus liberales juicios, 

dirigidos por una cruda sensatez, tan tuya . . .
Pero eran confusos tus desdenes e incómodos
tus mimos.

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